Inglaterra batió a las alemanas en un clásico pasado por agua. Video.
NO LAS PARA NADA. Ni el agua ni las rivales achicaron a inglesas y alemanas, que le hicieron frente al clima adverso
03 Diciembre 2013
El partido prometía mucho. Primero porque el duelo entre Inglaterra y Alemania es un clásico en el deporte europeo. Segundo, porque era el último partido del Grupo A. Y tercero porque a los dos equipos les calzaba muy bien un triunfo: al conjunto germano porque todavía no se dio el gusto de ganar; al inglés porque venía de caer a manos de Holanda.
A toda esta expectativa le cayó un balde de agua fría en forma de una lluvia constante. El aguacero convirtió a la cancha de Natación y Gimnasia en un gran charco. El juego se hizo lento y las oportunidades claras para convertir fueron pocas. A pesar de esto, ambos equipos se dieron maña y cerraron la primera parte con dos goles. Eileen Hoffmann abrió el marcador para Alemania a los 17 minutos e instantes después Alex Danson logró la igualdad.
“Ciertamente fue muy distinto a jugar con 40°. La cancha se pone muy lenta”, reconoció Danson al finalizar el partido. Lo mismo habían indicado un par de horas antes las jugadoras holandesas. Tras el duelo con las coreanas, Maartje Paumen y Lidewij Welten se animaron a decir que preferían los 40° del fin de semana a la lluvia de ayer.
El mismo sentimiento se trasladó a las tribunas. Entre los hinchas que se refugiaban debajo de los paraguas se encontraban técnicos y mánagers de otros planteles, observando a los potenciales rivales. “Es un partido raro, porque es importante para el cruce de la siguiente fase pero ninguno es muy agresivo. Inglaterra está tranquilo y en Alemania se nota la ausencia de Tina Bachmann”, opinó “Pachu” Ferrari, del cuerpo técnico de Las Leonas.
“El agua hace que la cancha se ponga más lenta y cualquier error se nota más. Los dos primeros goles fueron errores del otro equipo”, opinó por su parte Max Caldas, DT de Holanda, al momento que Sophie Bray anotaba el segundo tanto inglés. En ese momento se activó el juego y Alemania generó dos oportunidades claras para marcar la igualdad, pero no lo logró e Inglaterra decidió terminar con el suspenso. En el último minuto, otra vez Danson le puso la frutilla al postre inglés... que se toma con agua.